audio (PEDERASTIA)

martes, 26 de abril de 2011

Conclusion

Conclusiones
Por parte de todos nosotros creemos que es triste que los mexicanos seamos muy intolerables. Ante estos casos, pero aun es más triste saber que la misma iglesia católica los encubra o los calle por medio de sobornos y actos ilícitos y que los quieran encubrir en que sus acciones tenían "valor educativo", "moralizante" o que las caricias, casuales, estaban hechas "sin malicia". 

Lo cual a cualquier persona nos deja pensando si es que alguna vez México cambiara.
si alguna vez México dejara de ser como es injusto, inseguro, corrupto, pero todo eso solo se lograra cuando nosotros mismos nos demos cuenta que solo estamos asiéndonos daño a nosotros mismos.

No todos los casos acaban en sadismo o en la muerte del niño. Pederastas hay que colman a los niños de atenciones, con el fin de ganarse su "complicidad". Los casos de pederastia con sadismo, deben considerarse como una complejidad, el sadismo, añadida. 


Y se busca una solucion con un tratamiento que desde los años sesenta se intenta emplear la castración para el tratamiento forzoso de pederastas, pero al menos un tercio de los castrados quirúrgicamente siguen siendo capaces de realizar actos sexuales. La "castración química" con sustancias que bloquean la producción de hormonas sexuales parece útil en pederastas que, aún teniendo un elevado impulso sexual, no tienen personalidad psicopática ni antisocial. 

Ciertos fármacos antidepresivos causan disminución del impulso sexual, por lo que también pueden ser empleados con éxito en algunos de los casos. Los tratamientos farmacológicos deben ser complementados con tratamientos psicológicos, en los que se adiestre a los pederastas acerca de las responsabilidades que se derivan de sus conductas sexuales desviadas.

Pedofilia y pederastia.

Hasta no hace demasiado tiempo el abuso sexual infantil era un asunto bastante desconocido. En este sentido es justo reconocer que hemos avanzado mucho, lo que en ningún caso debe hacernos perder de vista el camino que aún queda por recorrer. En la actualidad raro es el día en que no aparece en los medios de comunicación algún nuevo caso de abuso sexual infantil (ASI), sobre todo relacionado con las redes de pederastia que actúan y proliferan cada vez más en la red. Cierto es que también se habla de otros casos de ASI, sin embargo a veces tengo la impresión de que se está trasmitiendo la idea de que internet es un lugar peligroso, y que buena parte de los abusos sexuales están relacionados con esta nueva realidad tecnológica. Me proclamo como uno de los más interesados a la hora de desmentirlo, primero porque ha sido gracias a internet que se han podido abrir asociaciones por toda España; asociaciones que se ocupan de los niños y de los adultos que en su día fueron víctimas de esta lacra, y segundo porque también gracias a la red existe un foro internacional que lleva funcionando casi seis años y que agrupa a más de dos mil afectados, sirviéndoles de ayuda, de apoyo y de información constante y veraz. Quizá lo más importante y que convendría dejar claro es que el conocimiento que ahora podemos tener sobre este asunto es un tanto equívoco. La sociedad sigue dando por ciertos demasiados conceptos erróneos, y éste es uno de ellos. Los casos de pederastia son la punta del iceberg de un problema que ha existido siempre. Algunas veces me han preguntado si creo que ahora hay más casos que antes. La respuesta es no, al menos no proporcionalmente; lo que hay ahora es más información. Pero volviendo al iceberg debo remarcar que su parte oculta, la de mayores dimensiones, es la familia y el entorno más cercano al menor. Basándome en mis propias cifras, extraídas de encuestas efectuadas en el foro, puedo apuntar que aproximadamente un 60% de los abusos se perpetran en el entorno familiar, un 30% proceden de conocidos con acceso al menor (maestros, sacerdotes, amigos de la familia…) y apenas un 10% se lleva a cabo por extraños. No digo que en un futuro más o menos próximo estas cifras deban revisarse y modificarse al alza, incluso es muy probable que ya se estén alterando en el presente, aún así las cifras no distan mucho de las que acabo de mencionar. No debemos caer en la ingenuidad; si la tecnología puede servirnos como un instrumento para hacer el bien, también puede utilizarse para todo lo contrario. Muchas veces se habla de pederastas y de pedófilos indistintamente, como si se tratara de lo mismo. Por desgracia ya se han convertido en términos de uso habitual en nuestro vocabulario cotidiano, sin embargo conviene saber que existen importantes diferencias que deberíamos conocer y aplicar cada vez que hablemos de ello. Todo aquel que abusa de un niño es un pederasta, aunque no necesariamente un pedófilo, lo que significa que puede llevar una vida sexual perfectamente normal con su pareja o con quien sea, y mantenerse lejos de cualquier sospecha. No le gustan con exclusividad los menores, sino que suelen aprovecharse de las ocasiones (de ahí que se defina como un abusador ocasional) si estas se dan o si no le resulta demasiado complicado procurárselas. En este grupo estarían representados una buena parte de los familiares y de las personas cercanas al menor. Que se les defina como abusadores ocasionales no quiere decir que entrañen un menor peligro. En muchos casos es justo lo contrario, pues teniendo como tienen acceso continuado al menor, los abusos pueden prolongarse a lo largo de muchos años, lo que suele ser un factor agravante en relación con las secuelas que puede desarrollar el menor en el futuro. Entre los pederastas también puede haber pedófilos, cuya definición sería la de personas que se sienten atraídos única y exclusivamente por menores. Cuando este tipo de pederasta pasa a la acción buscará a cualquier precio relacionarse con menores, de ahí que sea frecuente que busquen actividades o trabajos que les faciliten el contacto con los niños.
Digo cuando pasa a la acción porque un pedófilo no necesariamente pasa siempre a la acción. Entre los pedófilos puede existir, y de hecho existe, la conciencia de que su comportamiento no es el correcto, sin embargo no pueden evitar sentir lo que sienten. Los pederastas, al contrario, no sienten empatía alguna. Incluso los pederastas/pedófilos justificarán sus actos y algunos todavía pretenderán que su comportamiento sea reconocido y normalizado socialmente. Otro aspecto que conlleva no poca polémica es la posibilidad de que un pederasta pueda reinsertarse en la sociedad. En este sentido creo que debemos ser drásticos. La mayoría de los expertos en la materia coinciden: se trata de una posibilidad muy remota. Eso no significa que debamos oponernos a cualquier intento, ya que rehabilitar a un pederasta, aunque sea uno de cada cien, significará que hay un depredador sexual menos en nuestra sociedad. Por desgracia los resultados son los que son, y estoy convencido que los pederastas que la justicia “devuelve” a la sociedad, en una cifra muy cercana al 100%, regresarán igual o peor de lo que estaban antes. Así pues, en caso de no lograr el objetivo, sería lógico y de justicia que estas personas sean apartadas de la sociedad hasta que no se constate fehacientemente que no suponen un peligro para los menores, y si esto supone una cadena perpetua o una reclusión de por vida en centros especializados, que así sea. No me opongo a que las leyes intenten reinsertar a quienes van a parar a la cárcel, al contrario, pero en caso de no lograrse y quedar demostrado que es así porque lo afirman quienes están capacitados para hacerlo ¿cómo es posible que se pase por alto la protección a los ciudadanos? Es inconcebible que se deje en libertad a personas que todos sabemos que van a volver a atentar contra los niños. Eso es lo que dicen las leyes, se argüirá. Pero si el sentido común nos dice otra cosa ¿no será que debemos modificar las leyes?

¿Que es pederastia?



La pederastia
La pederastia, también llamada pedofilia de unas palabras griegas que significan "tendencia a los niños"), supone la existencia de actividades sexuales con niños y niñas prepúberes (generalmente de 13 o menos años de edad). Para que el trastorno se considere como tal, el individuo que lo sufre debe tener, al menos, 5 años más que el niño. En Estados Unidos se considera que alguien puede ser pederasta a partir de los 16 años (mayoría de edad penal en la mayor parte de los estados).
No se trata de una perversión moderna. En la Grecia clásica era frecuente el contacto homosexual de varones con prepúberes. En el imperio romano, los hijos de los esclavos podían ser destinados al uso pederástico, y recibían nombres tales como "pueri meritorii, ephebi, concubini, etcétera" o "fellatores" si se especializaban en una determinada práctica.
Los pederastas suelen "especializarse", pues les gustan niños o niñas de determinadas franjas de edad. Unos, preferirán niñas, cuyas edades más buscadas están entre los 8 y los 10 años. Otros, buscarán niños, los cuales son seleccionados de mayor edad. También las actividades de los pederastas son variables: los hay que se limitan a desnudar a sus víctimas y acariciarlas. Otros, efectúan actos de sexo oral, anal o vaginal, bien como agentes bien como receptores.
No es extraño que los pederastas pillados o denunciados, busquen excusas acerca de sus intenciones. Pueden explicar que sus acciones tenían "valor educativo", "moralizante" o que las caricias, casuales, estaban hechas "sin malicia". No es extraño que se escuden también en que el niño es "sexualmente provocativo", y que "uno no es de piedra".
No todos los casos acaban en sadismo o en la muerte del niño. Pederastas hay que colman a los niños de atenciones, con el fin de ganarse su "complicidad". Los casos de pederastia con sadismo, deben considerarse como una complejidad, el sadismo, añadida.
Es relativamente frecuente que los pederastas victimicen a niños y niñas de su familia, ahijados o vecinos. También lo es ver casos de preceptores con sus alumnos, especialmente en internados. Muchos de ellos amenazan a sus víctimas con la finalidad de que callen. La amenaza más sutil, y, al mismo tiempo más cruel, es hacer creer al menor que él también es culpable, o que nadie le va a creer si el asunto se sabe. Especialmente dolorosos son los casos en que el adulto abusa de su condición o de su profesión: padres con sus hijos o hijas, educadores con sus alumnos, entrenadores deportivos con sus jóvenes pupilos…
Un punto espinoso: el menor puede tener sentimientos ambivalentes. Su sexualidad puede haber sido despertada, y haber percibido sensaciones de placer durante los actos de abuso. Ello añade ansiedad, sentimientos de culpa y probables trastornos sexuales de cara a la vida adulta.
Los avances permiten que los pederastas desarrollen mejores técnicas: a través de Internet es posible acceder a material pornográfico pedofílico, e incluso intercambiar o comerciar con niños. También es posible contactar con agencias que permiten adoptar niños del tercer mundo, a cambio de dinero y sin hacer demasiadas preguntas.
La pedofilia parece un trastorno típico de varones: un 90 % de abusos sexuales son cometidos por hombres. Muchos pederastas son incapaces de mantener relaciones sexuales con personas adultas. Se ha observado también que muchos de ellos creen, de forma sincera aunque errada, que "es correcto mantener relaciones sexuales con un niño si él está de acuerdo".

lunes, 25 de abril de 2011

lo oscuro de la iglesia




Obispos mexicanos rechazan encubrir casos de pederastia

La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) negó que los obispos encubran casos de inconducta sexual, aseguró que "el crimen de pederastia siempre deberá ser denunciado y condenado", y reiteró su "disposición a colaborar con las autoridades encargadas de la procuración e impartición de justicia".

El comunicado fue publicado luego que un ciudadano mexicano identificado como Joaquín Aguilar, y la llamada Red de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes, SNAP (por sus siglas en inglés), interpusieran una demanda ante la Corte del Estado de California (EEUU), acusando al Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, de "conspirar internacionalmente" para encubrir a sacerdotes acusados de pederastia.

A través de un comunicado firmado por el Secretario General de la CEM, Mons. Carlos Aguiar Retes, el Episcopado rechazó encubrir cualquier tipo de abuso sexual. En el texto, los obispos expresaron su "dolor y solidaridad por las personas víctimas de todo tipo de abusos sexuales y condenamos las acciones pederastas de cualquier ser humano, sea sacerdote, religioso o laico, advirtiendo que quien incurra en ello deberá enfrentar las consecuencias de sus actos frente a las autoridades".

El Episcopado también "asume como propias las declaraciones de la Arquidiócesis de México", que pide a los fieles denunciar a las autoridades competentes cualquier caso de abuso sexual que conozcan.

La CEM expresó su confianza en que las investigaciones "se apegarán a la rigurosa búsqueda de la verdad", respetando "el principio de la presunción de inocencia" y dentro  del "marco de protección a la dignidad y los derechos de la persona humana".

Finalmente, exhortó a todos los mexicanos "a vivir el amor cristiano que impulsa a la denuncia, a la propuesta y al compromiso con proyección social para la construcción del bien común".

Cuestión personal

Por su parte, el Director General de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, P. Hugo Valdemar Romero, señaló que la acusación contra el Cardenal Rivera podría responder a "una venganza política" de grupos de izquierda, que ven al Purpurado como "enemigo personal".

En declaraciones a la agencia Notimex, indicó que "este tipo de grupos, como la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP) y Católicas por el Derecho a Decidir, están muy ligados a la izquierda, y en ella existen grupos que consideran un enemigo personal al Cardenal Norberto Rivera, y están muy molestos" por su llamado a la institucionalidad.

En un comunicado firmado por el sacerdote, la arquidiócesis recuerda que el Cardenal Rivera "siempre ha deplorado y condenado públicamente el crimen perverso de la pederastia" y ha "advertido a sus sacerdotes que si alguno de ellos delinque", deberá enfrentar las consecuencias "ante los tribunales tanto canónico como civil, sin que gocen de ninguna protección por parte de la Arquidiócesis".

El texto descarta que el Purpurado haya encubierto a algún sacerdote o participado en complot alguno para dar asilo en México a sacerdotes delincuentes acusados de abusos sexuales".


Contexto generalA finales de la década de 1990 comenzaron a salir a la luz denuncias contra sacerdotes y religiosos católicos, principalmente en Estados Unidos y Australia, acusados de abusos sexuales a menores, cometidos durante la segunda mitad del siglo pasado. Un informe de la BBC, de 2004, señalaba que el 4% del clero católico de Estados Unidos ha estado implicado en prácticas sexuales con menores (unos 4.000 sacerdotes en 50 años). Más de un centenar de miembros de la Iglesia Católica australiana han sido condenados por abusar sexualmente de un millar de víctimas, según la organización Broken Rites.

El Papa Benedicto XVI ha condenado reiteradamente estas prácticas, subrayando que "sacerdocio y pederastia son incompatibles"

De acuerdo a estudios de Philip Jenkins, profesor de Historia y Estudios Religiosos en la Universidad de Pensilvania,[12] el 99,8% de los sacerdotes católicos nunca se han visto implicados en este tipo de comportamientos delictivos  y no existe evidencia de que la pedofilia sea más común entre el clero católico, que entre los ministros protestantes, los líderes judíos, los médicos o miembros de cualquier otra institución en la que los adultos ocupen posiciones de autoridad sobre los niños.

Sin embargo, un informe de la BBC de 2004, declara que en los Estados Unidos el 4% del clero católico de ese país ha estado implicado en prácticas sexuales con menores, en número aproximado de 4000 sacerdotes durante los últimos 50 años aunque sólo entre el 5 y el 10% de las víctimas denuncia el caso, según Barbara Blaine, presidenta de la Red de sobrevivientes de abusados por sacerdotes (SNAP) de los EE.UU.

La mayoría de los casos se presentaron en seminarios sacerdotales, escuelas y orfanatos en donde niños y adolescentes estaban bajo el cuidado del clero. La publicación de numerosos escándalos creó una fuerte crítica hacia la jerarquía de la Iglesia, especialmente por la actitud que algunos obispos y superiores religiosos asumieron frente a las evidencias del hecho limitándose a llamados de atención privados y el traslado del infractor a otros sitios, mientras se guardó una indiferencia sistemática frente a las víctimas, lo que llevó a la conclusión de que los superiores de los infractores estaban encubriendo el crimen. Por otra parte, muchas denuncias fueron falsas,y aprovechadas por ciertos sectores opositores de la Iglesia.

[editar] AntecedentesLos casos de abuso sexual a menores de edad se presentaron siempre allí en donde niños y adolescentes estaban en contacto con religiosos, de la misma manera que sucede en otro tipo de organizaciones que tienen la responsabilidad de su cuidado o que están en contacto frecuente con los mismos. La confianza que los ministros de la Iglesia generan entre los laicos facilitó en la mayoría de las ocasiones el obrar del abusador en parroquias, seminarios, orfanatos, hospitales y organizaciones de trabajo social. En muchos casos la víctima no recibió atención inmediata incluso por parte de su familia debido al respeto que esta le tenía al implicado o por temor e ignorancia.

El Código de Derecho Canónico, la base del derecho eclesiástico, contempla penas para los delitos que tienen que ver con el abuso sexual, como se expresa en varios cánones. Según el Canon 1395, el clérigo que cometa un delito sexual con un menor de edad, sea este por medio de violencia o amenazas, debe ser castigado con penas justas que pueden incluir la expulsión del estado clerical. Las evidencias de este crimen por parte de religiosos puede ser trazada con anterioridad al siglo XX debido a la existencia de documentos eclesiásticos que buscan prevenirlo, como la constitución apostólica Sacramentum Poenitentiae de 1741. Sin embargo, el desarrollo de los medios de comunicación, especialmente después de la II Guerra Mundial, pondrían en evidencia el caso no sólo dentro de la Iglesia Católica, sino de todas aquellas instituciones y organizaciones en donde adultos tienen contacto directo con menores. Con el advenimiento de la secularización, especialmente de aquellas naciones de fuerte tradición católica, los casos adquirieron una gran relevancia para ciertos sectores anticatólicos.

[editar] Primeros casos denunciadosLos primeros casos denunciados de manera pública se presentaron por primera vez en Estados Unidos e Irlanda. El informe John Jay encontró acusaciones contra 4.392 sacerdotes estadounidenses en el lapso de 50 años, lo que representaba el 4% del clero de ese país. Las evidencias llamaron pronto la atención de la opinión pública internacional porque se trataba de víctimas menores de edad, numerosos niños impúberes y en su mayoría varones.Los primeros casos se dieron durante la los 90, pero su amplio informe en los medios pronto motivó a antiguas víctimas a denunciar a sus agresores y cuyo abuso se había presentado desde años tan tempranos como 1940,
[editar] Visibilización del problema en los mediosLas denuncias aumentaron de manera inmediata no sólo en países de tradición católica como Irlanda, sino en otras naciones como el Reino Unido, Canadá y, sobre todo, en Estados Unidos en donde recibieron una amplia difusión en los medios de comunicación social, los cuales recogieron declaraciones de las víctimas. Los informes se centraron especialmente en las maneras en que los menores fueron abusados y posteriormente silenciados por medio de constricciones morales, psicológicas e incluso violentas y en el silencio que guardaron por años algunos jerarcas de la Iglesia, hecho que fue visto como encubrimiento del delito. Muchas de las víctimas conformaron asociaciones para fortalecer sus reclamos judiciales y de compensación frente a los agresores y a las instituciones eclesiales y en numerosos casos recibieron el apoyo de partidos políticos y otros sectores sociales.

Muchos casos resultaron ser calumniosos, evidenciando una manipulación en favor de ciertos intereses antieclesiales o de deseo de sensacionalismo periodístico.

Las denuncias no se centraron sólo dentro de la esfera del abuso sexual, sino que incluyeron también la violencia física y moral, como fue el caso en Irlanda de las Hermanas de la Misericordia con los asilos de las Magdalenas, caso que fue llevado al cine con el título "The Magdalene sisters" (2002) de Peter Mullan. La película, elaborada con testimonios de las víctimas, muchas de ellas ya de edad avanzada, recuenta el drama de muchachas que eran internadas por sus familias a causa de embarazos no deseados y en donde eran sometidas a castigos físicos y violencia física y moral.
México
Fotografía de Marcial Maciel a fines del 2004 en Santa Maria Maggiore, Roma, ItaliaLos casos de abuso sexual contra menores de edad por parte de sacerdotes católicos en México han sido denunciados desde hace décadas, aunque han sido pocos los que han llegado a ser confirmados. En el 2002 la Iglesia fue acusada de cubrir los casos de abuso e incluso de pagar dinero para comprar el silencio de las víctimas.

En este país cobra importancia particular el caso de Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo. Maciel murió en 2008, entre acusaciones de abuso sexual contra varios seminaristas y niños y la exigencia por parte de las víctimas de que pidiera perdón. Uno de los acusadores de Maciel fue el ex rector de la Universidad Anáhuac, Juan Manuel Fernández Amenábar, cuyo caso fue a dado a conocer por Alberto Athié Gallo. En 1997 nueve ex legionarios enviaron una carta pública a Juan Pablo II donde denunciaron abusos sexuales por parte de Maciel. Las acusaciones en contra de Maciel fueron negadas durante años por parte de la Legión de Cristo, que finalmente reconoció públicamente los crímenes realizados por su fundador.



En 2010, la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) dio a conocer una lista de 65 sacerdotes acusados en Estados Unidos de abuso sexual. Dichos sacerdotes se encuentran en varias diócesis de México, algunos de ellos en activo. SNAP también ha presentado acusaciones contra Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, al que acusan de haberse coludido con Roger Mahony para proteger a varios de estos sacerdotes, pero particularmente en el caso de Nicolás Aguilar, procesado en Tehuacán (Puebla) por abuso sexual contra por lo menos sesenta niños. Las quejas contra Rivera Carrera han llegado a los tribunales estadounidenses, la primera de ellas fue desechada porque el tribunal consideró que la materia de la demanda estaba fuera de su jurisdicción. La cuarta
demanda contra el prelado mexicano fue presentada por SNAP ante un tribunal federal estadounidense en Los Ángeles (California).El acto fue minimizado por la Arquidiocesis Primada de México, que calificó la denuncia como "calumniosa", "engaño mediático" y "oportunista".

¿Que es pedofilia?

la pedofilia 
            La pederastia subyace bajo la categoría de parafilias.  Las parafilias están caracterizadas por exitación sexual con objetos o situaciónes que no son parte de los patrones de exitación sexual normativos.  En muchos casos éstos patrones interfieren con la actividad sexual afectiva y reciproca (quiere decir, con los demás).  
            La palabra pederastia se origina del griego “amor a los ninos”.  Es un desorden psicosexual escencialmente caracterizado por la fantasía o actividad sexual con un menor de edad que no halla llegado a la pubertad.  Para el pedofilo éste es su método exclusivo de lograr exitación y algunas veces satisfacción sexual.  No todos los pedofilos necesitan envolverse en actos sexuales como tal para obtener placer.  
            Los pedifilos o pederastos utilizan diferentes tipos de técnicas para conseguir su exitación sexual o llevar a cabo cualquier fantasía que tengan.  Una de éstas maneras es tocar el pelo del niño o niña, acariciandolo de manera repetitiva pero tierna.  Tener fisicamente cerca al menor mientras el individuo se maturba, a la misma vez pude que toque los genitales  del niño o la niña.  Mirar al menor sin que se dé cuenta, esto se conoce como “voyeur” en inglés.  Ésto mientras el individuo se maturba.  Una manera diferente es animar al menor a que se toque sus genitales mientras el adulto lo mira.  En el peor de los casos el ofensor  atentará la intromisión (sexual) con el menor, aunque ésto no es la norma, en realidad se supone que es lo menos que ocurre. 
            Los pocos estudios hechos sobre pedofilia han podido definir varias categorías de ofensores.  El primer  tipo es el Ofensores  psicológicamente inmaduros.  Son individuos con dificultad para relaciónarse con personas de su propia edad y quienes obviamente se sienten sexualmente comodos con niños y niñas.  En la mayoría de los casos conocen al menor envuelto.  Los Pedofilos impulsivos bajo estrés son otra categoría.  Éste tipo de ofensor recurre a la pedofilia en momentos de problemas, depresiónes u otro tipo de dificultades emocionales y personales.  Por lo general este tipo de ofensor no está relaciónado con la víctima.  La tercéra categoría, Hombres con experiencias sexuales con jovenes.  Éstos hombres han experimentado experiencias tempranas con muchachos jovenes (po ejemplo en reformatorios) y no han podido progresar sexualmente desde ese punto.  Éste tipo de pedofilo tienden a ser abusivos cuando se encuentran en su acto sexual y ven películas pornográficas que envuelvan jovenes.  Tambien buscan jovenes vulnerables para satisfacerse, deben sentir que tienen control.  La última categoría es el Pedofilo de personalidad antisocial.  Éstas personas buscan a los niños y niñas para probar nuevas experiencias sexuales.  El comportamiento de éste tipo de pedofilo por lo general es de componentes agresivos y sexuales.  Por lo general el menor envuelto en éste tipo de actos resulta fisicamente lastimado.
            Algunos investigadores han encontrado una psicopatología severa adicional en algunos pedofilos (alcoholismo, ezquizofrenia, desordenes mentales organicos, etc.) en ellos se pudo notar un factor inhibidor al momento de envolverse en el acto sexual.
            Otro dato fue que las razónes, motivos o dinámicas específicas por las cuales un individuo incurre en la pedofilia  varían significativamente de persona en persona.  A pesar  de estos datos la pedofilia se sigue viendo de la misma manera ante los ojos de la sociedad, con repudio.
            Sobre la pedofilia hay muchos mitos que muchos en la sociedad dan por ciertos.  Algunos de estos se discuten a continuación.
            Mito #1  “Todos los pedofilos son hombres
La triste realidad es que hombres y mujeres por  igual pueden ser pedofilos.  La creencia de que solo los hombres son pedofilos ha sido creada por los mismos medios de comunicación.  Son los medios los que deciden enfatizar más en los casos de abuso infantil por hombres.  La mayoría de los casos en los que las mujeres son las ofensoras no se fraguan en publico ya que los abusos por hombres llaman más la atención. 
            Mito #2  “Los pedofilos son sadistas
Es muy raro el caso pues generalmente lo que los pedofilos quieren es una relación afectiva con el menor y no desean utilizar la fyerza para hacerlo.  En los casos en los que hay sadismo envuelto es por que quizás hay alguna otra patología presente.
            Mito #3  “Los niños y niñas temen a los pedofilos
Regularmente los pedofilos conocen a sus victimas y la mayoría accede a los encuentros que tienen con los ofensores.  Según los pedofilos los niños los “quieren” pues ellos tratan de hacer todo lo posible para que los niños y niñas se sientan bien.
            Es todavía algo incierto el como se desarrolla una desviación sexual de ésta indole.  Segun Clarke Institute hay varias teorías de como esto ocurre.  Una de ellas dice que los pedofilos nacen con caracteristicas genéticas distintas.  Otra sugiere que los pedofilos han experiemntado relaciónes sexuales con adultos durante su niñez.  De todos modos no todas victimas de pedofilia crecen con intereses sexuales anormales, la mayoría desarrolla preferencias sexuales saludables.
         Para los individuos coin éste tipo de desorden existen varios tipos de tratamiento.  Uno de ellos es administrar medicamentos que disminuyan el deseo sexual temporeramente.  Terapias grupales o individuales tambien se pueden usar dependiendo del individuo.   En conjunto a esto los pedofilos en tratamiento deben dar cuentas por todos los movimientos que hacen, son monitoreados muy de cerca para aseguar que no tengan contacto no supervisado con menores

Pederastia en México.

El siguiente ensayo fue realizado con el fin de dar a conocer el problema que sufren muchos países que es la pederastia así como nuestro país es uno de esos negros mundos que aloja a estos abusadores sin olvidar que un abusador o pederasta es aquel que llega a un contacto sexual con la victima muchas veces se ha confundido o comparado con la pedofilia con distintos temas y distintos tratamientos.
Se sabe que durante los últimos 25 años se ha emprendido una acción vigorosa en México por parte de la iglesia católica el cual todo esto ha sido motivo de una gran serie de contradicciones debido a que hoy en día los mexicanos no han visto gran avance, pues la iglesia con tal de evita escándalos a encubierto una serie de abusos, lo cual deja con una gran duda si es cierto o no que los abusos han disminuido.
Además el obispo auxiliar Abelardo Alvarado Alcántara afirma que los casos han disminuido poniendo de ejemplo algunos casos, pero escondiendo otros.
México e uno de los países más inseguros del mundo, pues como no, si los mismos policías aceptan sobornos por cualquier acto ilícito los mexicanos creemos todo lo que nos dicen, porque desde su punto de vista de ellos nos creen analfabetas, torpes y tontos, pues ellos nos toman el pelo diciéndonos que su castigo será que dios nunca los perdonara, eso no evitara que el abusador deje de hacerlo e incluso que la misma seguridad publica quiera refundirlos en cárceles en vez de intentar solucionar el problema por medio de tratamientos o terapias.
Uno puede asegurar que ni siquiera están informados de que existen dos tipos de abusadores los primarios quienes fantasean y planean el contacto con su víctima mientras que los secundarios son aquellos que llegan al abuso por su baja autoestima pero al fin y al cabo termina en una vergüenza.
Pero los mexicanos y las autoridades confunden las cosas o las comparan con el otro trastorno que es la pedofilia.
porque si uno como ciudadano lo ve desde un punto de vista hay una solución empezando desde la casa, primero saber que el abusador no es culpable de todo, debido que de acuerdo con los datos de Wikipedia dice que las víctimas son principalmente jóvenes con falta de afecto o cariño tal sea el caso, por lo cual uno debe informar de esto a los jóvenes por parte de los maestros y por parte de los padres el cariño y trato por igual de los hijos; así como el debido cuidado con ellos, pues tan solo creer que el abusador se infiltra a la familia y llega a ser más querido por el niño que los mismo padres nos demuestra el cuidado que le prestan.
Para finalizar en el caso de los abusadores la sociedad no debe reaccionar ni de forma positiva ni negativa ante ellos, pues solo son personas que buscan ser felices, olvidar su pasado, evitar burlas......
Solo buscan su lugar en la vida.

viernes, 25 de marzo de 2011

Pederastia en Mexico

Equipo la primera cosa que quiero que hagan es que consigan libros y revistas acerca del tema que nos asignaron.